Desear tu piel sin olvidarte, olvidar el deseo recordado, es volver a vibrar en el pasado con deseos ávidos de presente. Mis manos son vuelo de palomas acariciando tus mieles, se está acercando la noche, y asoma este deseo de tenerte. Sólo unas horas, amor, solo unas horas, y el deseo tornará en gemidos el placer de poseerte.
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