Hay amores tan grandes que no podemos controlar, hay amores que aunque duelan no podemos evitar y hay amores que continuamente nos hieren y no podemos abandonar. Esta poesía es especialmente para esas mujeres que bajo cualquier condición se mantienen fieles a sus sentimientos.
Hiéreme. No me importa.
Duéleme en todo lo mío;
en mi sangre y mi alma,
en mi corazón y en mis pensamientos.
Dame un hondo dolor
si no puedes darme un perdurable gozo.
¡Está en mí como sea!
Mi vida va bordeando tus orillas
como un río profundo, como un río
sin nacimiento y sin muerte,
dilatado en tus márgenes, sujeto
al cauce que le des.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Top