Tus ojos brillan en la nieve. Son tan claros como agua que está helada y en relieve. El frío une nuestros cuerpos más aún porque queremos. Jugando juntos me adelanto para caer en el blanco manto y acercarte a mis cálidos brazos. Esta tarde de cálido invierno, el frío jamás me ha penetrado. Jamás le ocurre a un enamorado
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